Breve Historia de la New Left Review
1.
La NLR se fundó en el año 1960 tras la fusión de los consejos editoriales de la Universities and Left Review y The New Reasoner - revistas que habían surgido de las repercusiones políticas de las crisis de Suez y Hungría en 1956, y que se distinguían por su rechazo de la ortodoxia 'revisionista' dominante en el partido laborista británico, y el legado del estalinismo en el Partido Comunista de Gran Bretaña, respectivamente. La Campaña para el Desarme Nuclear (Campaign for Nuclear Disarmament, CND), el primer movimiento pacifista antinuclear, dio a estas dos corrientes una perspectiva política común. En las páginas de estos boletines E.P. Thompson, Charles Taylor y Alastair Macintyre debatieron el 'Humanismo Marxista', la ética y la comunidad; Raphael Samuel indagó 'la ausencia de conciencia de clase'; e Isaac Deutscher analizó el comunismo durante la distensión bajo Kruschev. [Sobre los primeros años de la Nueva Izquierda británica, véase Out of Apathy, editado por el Oxford University Socialist Discussion Group, Verso, Londres, 1989]
La nueva revista se concibió como el órgano de una amplia organización de la Nueva Izquierda. Tenía un enfoque popular e intervencionista, y trataba los asuntos más urgentes de la política contemporánea. Sin embargo, el ocaso de la CND para finales de 1961 privó a la Nueva Izquierda de buena parte de su impulso como movimiento, y debido a las incertidumbres y escisiones dentro del consejo editorial del boletín, en 1962 un grupo más jóven y menos experimentado llegó a encargarse de la revista. De este modo, los dos primeros años de la NLR (núms 1-12) constituyen un período distintivo y autónomo, caracterizado por un acercamiento novedoso a la comprensión de la cultura popular y propuestas innovadoras para la democratización de la industria moderna de comunicaciones. Más adelante estos dos temas serían investigados por Stuart Hall y Raymond Williams en una serie de trabajos sumamente influyentes. Se reimprimiría repetidas veces un profético artículo de C. Wright Mills, 'Letter to the New Left' [Carta a la Nueva Izquierda], publicado en NLR 5, el cual puso en duda la 'metafísica del trabajo' y ayudó a definir los intereses de una emergente Nueva Izquierda norteamericana.
2.
Entre 1962 y 1963 se dio un período vacilante, de transición, en el que se redujo el ámbito de la revista. Al desintegrarse el movimiento de la Nueva Izquierda propiamente dicho, la NLR se convirtió en una publicación teórica cuyo perfil intelectual se orientaba más hacia las nacientes preocupaciones con la teoría de la Europa continental. Estos nuevos intereses se reflejaron en artículos escritos por Claude Lévi-Strauss, R.D. Laing y Ernest Mandel. Durante esta época (núms 15-22) la revista se concentró en el tercer mundo más que el ámbito nacional, y se caracterizó por una serie de artículos sobre Cuba, Argelia, Irán y las colonias portuguesas que recurrieron a la sociología comparativa y el análisis de clase. No se prestó casi atención a la política británica durante los últimos años del régimen conservador contemporáneo, aunque sí se publicó un excelente ensayo sobre el filósofo Oakeshott.
3.
A principios de 1964 la NLR adoptó un nuevo formato que duró, con algunos cambios, hasta finales de 1999. Al mismo tiempo se desarrolló una orientación editorial más amplia y ambiciosa. Entre 1964 y 1966 (núms 23-35) se creó un 'modelo' básico para la revista que le dio una identidad nueva y particular. En cuanto a sus intereses temáticos, su enfoque sobre el tercer mundo cedió ante el interés sobre todo por el Reino Unido, aunque el énfasis analítico no había cambiado del todo. En una serie de artículos se indagaron los aspectos estructurales del desarrollo histórico de Gran Bretaña y la peculiar sociedad capitalista, con su propio equilibrio de fuerzas productivas, a la cual habían dado lugar. Aquí la principal influencia intelectual fue la de Gramsci. Las resultantes 'tesis' de la NLR provocaron una caldeada réplica de Edward Thompson, publicada en el Socialist Register en 1965, que formó parte de un importante debate a mediados de la década de los sesenta. A nivel político, si bien la NLR observaba las tradiciones del laborismo con ojo severamente crítico, tal vez se podía definir su propia postura como una anticipación de las preocupaciones del eurocomunismo de la siguiente década. Se planteaba que la hegemonía socialista debía generarse en la sociedad civil como condición previa de la toma de poder socialista a nivel de gobierno o de estado. El primer libro publicado por la NLR, Towards Socialism (1964) - edición rústica pensada específicamente para el contexto de una nueva administración laborista - fue típico de este punto de vista. En la práctica, los primeros meses del gobierno de Harold Wilson bastaron para disipar cualquier ilusión de que éste pudiese convertirse en vehículo de transformación socialista. Se trataron poco los asuntos internacionales durante esta época. Sin embargo, la revista ya contaba con una amplia selección de comentarios y críticas más cortos y cubría diversos asuntos culturales, con lo cual adquirió una cualidad más variada y accesible. Algunos aspectos exitosos de esta fase fueron una serie sobre el cine que produjo los primeros estudios de Gran Bretaña sobre la política de los autores (véase Lee Russell, alias Peter Wollen) y otra que recopiló relatos por gente de varias profesiones de sus experiencias laborales bajo el capitalismo (que más adelante serían publicados por Penguin en dos volúmenes editados por Ronald Fraser). Unos artículos sobre el existencialismo y el psicoanálisis señalaron otros intereses teóricos de la época. La política de la revista estaba teñida de un sartrismo indeterminado; se miraba con admiración hacia el modelo de Les Temps Modernes.
4.
De 1966 a 1968 la NLR entró en una cuarta fase definible (núms 36-51). Su oposición al régimen laborista contemporáneo se expresó en dos libros publicados consecutivamente dentro de la serie 'Penguin Specials' y editados por la Review que buscaban dar la palabra a las dos más importantes fuerzas opositoras a dicho gobierno: el movimiento sindicalista que luchaba contra la congelación de los sueldos y la deflación en 1967 (The Incompatibles) y el movimiento estudiantil que culminó en las rebeliones de 1968 (Student Power). El editor de la revista elaboró un mapa crítico de la intelectualidad académica británica, Components of the National Culture [Los Componentes de la Cultura Nacional], en NLR 50. Además el boletín abordó por primera vez las cuestiones clásicas del movimiento revolucionario internacional del siglo, organizando un debate entre colaboradores comunistas, trotskistas y lukácsianos sobre el papel de Trotsky en la revolución rusa y su posguerra. Este debate fue iniciado por Nicolas Krassó, un editor de la Review que había protagonizado el levantamiento húngaro de 1956. En cuanto al extranjero, se reanudó la atención al tercer mundo cubriendo la expansión por América Latina de las guerrillas inspiradas en el modelo cubano y los triunfos de la revolución vietnamita en la Indochina. Las corrientes guevaristas y maoístas, entre otras, caracterizaban este período. Por los mismos años, La Review inauguró la serie de traducciones y exposiciones de textos del 'Marxismo Occidental', desde Gramsci, Lukács y Korsch, que se convertiría en uno de sus más importantes proyectos. El marxismo occidental se consideraba como un recurso imprescindible para rechazar tanto el catequismo autorizado del comunismo oficial como el filisteísmo anodino de la socialdemocracia. Los eclécticos intereses teóricos del boletín se vieron reflejados en artículos sobre el psicoanálisis (Adorno, Lacan) así como reimpresiones de textos claves de los formalistas y constructivistas rusos. En 1966 se empezó a discutir la cuestión de la liberación de la mujer con la publicación del innovador ensayo de Juliet Mitchell, 'Women: The Longest Revolution' [La mujer: La revolución más larga] en NLR 40, una síntesis original de de Beauvoir, Engels, Viola Klein, Betty Friedan y otros analistas de la opresión de la mujer.
5.
La quinta fase de la evolución de la revista va aproximadamente de finales de 1968 a mediados de 1971 (núms 52-67). En esta época la perspectiva de la NLR se distinguió por una radicalización generalizada en el contexto internacional de los levantamientos estudiantiles y obreros en Europa occidental y la guerra en Vietnam. Un número monográfico, NLR 52, celebró los 'eventos de mayo' en París como un 'festival de los oprimidos'. Era limitada la atención que se prestaba a los asuntos nacionales, aunque sí se cubrieron el primer congreso y las primeras publicaciones del movimiento feminista. El análisis se concentraba sobre todo en América del Norte, Japón y otras zonas de la OCDE. Los materiales del marxismo occidental ya constituían la categoría más destacada de textos en la Review - todavía publicados, por lo general, de manera expositiva. El más importante cambio institucional que se hizo durante esta fase fue la decisión, tomada a finales de 1968, de establecer una casa editorial para ampliar el trabajo de la NLR. Los primeros títulos de NLB [New Left Books] salieron en el otoño de 1970, e inicialmente los intereses de la editorial estaban muy cercanos al énfasis contemporáneo del boletín. Para esta época los temas culturales se cubrían en la NLR de manera irregular, aunque sí hubo intercambios sobre la música rock, la sexualidad y el texto de Peter Wollen, 'Signs and Meanings in the Cinema'.
6.
Entre 1971 y 1975 la NLR fue desarrollando su propia programa teórico mediante estudios críticos sobre, o entrevistas con, destacados teóricos de la tradición marxista occidental - Lukács, Althusser, la Escuela de Frankfurt, Sartre y Colletti (que más adelante serían recopilados en una antología de NLB). Lo atractivo del marxismo occidental consistía en su aceptación de las influencias vanguardistas no marxistas y sus posibilidades para fundamentar una crítica de la sociedad burguesa y del desgobierno burocrático en el Oriente. Según fue desenvolviéndose, esta preocupación se expandió para abarcar el análisis social e histórico tanto a nivel cognitivo como sustancial. Se dedicaron varios ensayos críticos a la obra de Louis Althusser, la cual influyó en el pensamiento de varios colaboradores tales como Nicos Poulantzas y Göran Therborn. La Review y su casa editorial también publicaron trabajos de Benjamin, Adorno y Timpanaro. Una crítica de lo que se daba por sentado en las concepciones marxistas de la cultura escrita por Raymond Williams echó los cimientos de un número sobre 'cultural materialism' [el materialismo cultural] (NLR 82). La revista ya proponía más análisis de los asuntos británicos: se escribió sobre la vulnerabilidad del gobierno de Edward Heath. La Review se vio algo aislada en los círculos de izquierda al promover el ingreso del Reino Unido a la Comunidad Europea; un número monográfico por Tom Nairn sobre ese tema sería reeditado dentro de la serie de libros 'Penguin Specials'. Se hizo otra importante contribución política en esta sexta fase (núms 68-90) a través de unos artículos que criticaron la política exterior china y analizaron los procesos que se daban en la URSS y en Europa occidental - sobre todo la aparición de los disidentes rusos, la situación de Checoslovaquia y las rebeliones obreras en Polonia. Éste fue el primer período en el que la NLR trató el 'segundo mundo' en profundidad; su mayor interés era la necesidad de ajustar cuentas con los regímenes burocráticos de dichos países. Además se reanudó la publicación en gran cantidad de artículos sobre el tercer mundo: no sólo estudios sobre ciertos países sino también debates más generales sobre las características del estado poscolonial, así como la controvertida afirmación de Bill Warren de que el capitalismo iba ganando fuerza incluso en muchas regiones anteriormente subdesarrolladas. Un debate sobre el trabajo doméstico procuró vincular propuestas socialistas con enfoques feministas, mientras que Enzensberger escribió artículos seminales sobre la ecología y los medios de comunicación.
7.
Para finales de 1975 el proyecto de la NLR sobre el 'marxismo occidental' - es decir, la introducción y el análisis de las principales corrientes del pensamiento marxista posclásico europeo - casi estaba terminado. A continuación la revista llegó a concentrarse en dos áreas teóricas distintas, si bien complementarias. La primera fue el escrutinio crítico de la misma tradición marxista clásica - Marx, Engels, Lenin, Luxemburg, o los austromarxistas, junto con nuevas valoraciones del legado del estalinismo en el movimiento obrero internacional. El lenguaje y los conceptos del marxismo ayudaron a que la Review llegara a lectores y colaboradores en muchos países diferentes. Pero esto no impidió que se diera importancia a un segundo tema: el escudriñamiento de la herencia nativa del pensamiento socialista y radical británico. NLB ya estaba publicando títulos por cuenta propia, con lo cual dicho trabajo se difundía tanto en libros como a través del boletín. Unos diálogos en torno a los escritos de Raymond Williams que se habían iniciado en la revista se convirtieron en el volumen Politics and Letters, y se reanudó el debate con Edward Thompson al publicarse The Poverty of Theory; mientras que la misma revista exploró los orígenes de la historiografía marxista británica. El artículo de Robert Brenner sobre 'The Origins of Capitalism' [Los orígenes del capitalismo] en NLR 104 representó un examen cada vez más sofisticado de la dinámica de las formaciones sociales y los modos de producción. A nivel político, durante esta séptima fase (núms 91-120) se derrumbaron las dictaduras de Europa meridional, mientras que hubo nuevos avances en las revoluciones radicales del tercer mundo (Vietnam, Angola, Etiopía, Irán, Nicaragua) - acontecimientos que se cubrieron con bastante regularidad en la NLR. Se abarcaron los problemas del primer mundo de carácter general, muchas veces pasados por alto dentro de la tradición socialista, en una serie de artículos sobre la democracia burguesa, el nacionalismo, el gasto público, las clases sociales y la recesión global escritos por autores tales como Göran Therborn, Erik Olin Wright, Ian Gough, Arghiri Emmanuel y Ernest Mandel. Se lanzaron críticas del aventurismo de la extrema izquierda en artículos sobre Portugal, Italia y Turquía. En contraste, los asuntos nacionales se trataron únicamente de manera esporádica, pero se hizo algún seguimiento de ciertas tendencias en la clase obrera mediante entrevistas (con Arthur Scargill, y los enlaces sindicales militantes de Cowley). Los aspectos más destacados de la NLR hacia finales de esta época fueron su resistencia ante las crecientes tensiones de la Guerra Fría que caracterizaron la última parte de la década de los setenta, y la atención que prestó al alarmante inmovilismo de los estados comunistas, sobre todo la Unión Soviética. De este modo, en NLR 119 se imprimieron artículos de Alec Nove sobre la economía planificada por el Estado, de Fred Halliday sobre Afganistán, y de Stuart Hall sobre State, Power and Socialism de Poulantzas. Asimismo, autores como Miklos Haraszti y Rudolf Bahro divulgaron el malestar del 'socialismo realmente existente'.
8.
Durante el período de 1980 a 1984 predominó la priorización editorial del programa del movimiento pacifista - los crecientes peligros de la carrera armamentista y la nueva temeridad de los Estados Unidos y Gran Bretaña. El debate internacional que organizó la Review, en respuesta a una contribución de Edward Thompson al respecto, se amplió para convertirse en el libro Exterminism and Cold War (1982). Destacados artículos estudiaron zonas claves de conflicto político tanto en Oriente como en Occidente - Polonia y la RDA, Centroamérica y el Caribe. En un importante artículo en NLR 124, Raymond Williams insistió en la imposibilidad de lograr la paz sin conseguir la liberación y justicia políticas. Desde la perspectiva del fin de siglo, los movimientos pacifistas de principios y mediados de los años ochenta se pueden considerar como una etapa en el desarrollo de una nueva época de distensión y los cambios profundos a los cuales dio lugar. Se llamó la atención sobre las explosivas tensiones internas en Europa del Este con artículos sobre Polonia y Kosovo. El análisis de los asuntos nacionales tenía un alcance un tanto estrecho, concentrándose en las cualidades y posibilidades del partido laborista; se aludía poco a la naturaleza del régimen conservador de la época, con la excepción del notable artículo de Anthony Barnett, 'Iron Britannia' [La Férrea Gran Bretaña], un número monográfico sobre la Guerra de las Malvinas (NLR 134), y un reportaje de fondo sobre las elecciones de 1983 en NLR 140. La postura crítica que había adoptado la Review en el pasado ante el modelo de Westminster ayudó a reforzar el ya firme compromiso con la representación proporcional, actitud entonces poco común en círculos izquierdistas. Aumentó en gran medida la atención prestada a (y los colaboradores provenientes de) Norteamérica - para ahora Estados Unidos gozaba de la misma importancia para el boletín que la que había tenido Europa occidental en épocas anteriores. Hubo cierta recuperación de los materiales culturales mediante ensayos por Terry Eagleton y la presentación del debate sobre 'Aesthetics and Politics' [Estética y política] entre Adorno, Brecht, Lukács y Benjamin. Los enfoques teóricos de este período señalaron una transición en cuanto a la evolución de la revista, con artículos de Ralph Miliband y Norman Geras que abarcaron la especifidad institucional y las relaciones de clase de las sociedades occidentales, y estudios de la organización y política de la socialdemocracia escritos por Göran Therborn y Adam Przeworski. Hacia finales de esta época se realizaron varias modificaciones a la junta editorial de la NLR: se retiraron aproximadamente la mitad de los miembros que se habían integrado a mediados de los sesenta, reemplazados por varios editores nuevos.
9.
De mediados a finales de los años ochenta, destaca la crítica de los sistemas económicos del bloque soviético - cuyos conflictos sociales y cuyo rechazo ante la democracia ya se habían documentado y analizado en números anteriores - con artículos sobre la economía planificada, el poder del consumidor y la propiedad social, escritos por Wlodzimierz Brus, Ernest Mandel, Alec Nove, Robin Murray, Meghnad Desai y col., Diane Elson y R. W. Davies. El autor soviético Boris Kagarlitsky, en una serie de contribuciones, analizó el desarrollo del glásnost en la Unión Soviética. Se consideraron las importantes implicaciones del colapso moral y político en 1989 de los regímenes comunistas en diversos artículos en NLR 177, 179 y 180. En NLR 180, Fred Halliday y Mary Kaldor exploraron 'The Ends of Cold War' [Los finales de la Guerra Fría]. Con otra perspectiva, Raphael Samuel contribuyó una serie de artículos titulados 'The Lost World of British Communism' [El mundo perdido del comunismo británico] que buscaron recuperar la experiencia y puntos de vista de la militancia en los partidos comunistas occidentales. Un influyente artículo de Fredric Jameson sobre el posmodernismo en NLR 146 dio lugar a una amplia discusión sobre la coyuntura de lo teórico y lo cultural en el capitalismo avanzado de los años ochenta. Unos reportajes contundentes de Mike Davis desde Los Ángeles evocaron el mundo del capitalismo realmente existente. En épocas anteriores se habían publicado importantes trabajos sobre la opresión de la mujer escritos por colaboradores tanto masculinos (Wally Seccombe y Maurice Godelier) como femeninos: en el presente período una serie sobre los movimientos feministas cubrió los casos de España, Grecia, Alemania Occidental, Irlanda, Japón, Francia, Bangladesh, India, Brasil y el Medio Oriente. En otra serie se escrutó la trayectoria de la izquierda europea, publicándose trabajos sobre Dinamarca, Italia, Suecia, Francia, España, Noruega y Alemania Occidental. En cuanto a los parámetros políticos en un plano más general, debates sobre el thatcherismo, el posmarxismo y los ‘Nuevos Tiempos’ ofrecieron una réplica crítica a tesis consideradas desproporcionadamente iconoclastas y acomodaticios, influídas por el ambiente derechista de la última parte de la década de 1980. En la NLR 148 Francis Mulhern, como respuesta al trabajo de Raymond Williams, ensayó una valiente síntesis del socialismo y las preocupaciones de los nuevos movimientos sociales. En una entrevista con Jürgen Habermas en NLR 151, se abarcaron los más fundamentales problemas de la solidaridad y emancipación humanas. Se siguió defendiendo la vitalidad de la teoría socialista y la fertilidad de las tesis básicas del materialismo histórico y cultural, con unos intercambios y artículos sobre la historia y el poder social, el marxismo de la elección racional, la filosofía posmodernista, los valores del liberalismo y el derrocamiento de Stalin. La variedad de las versiones del marxismo y del socialismo a las cuales se adhirió la NLR tanto en este como en otros períodos logró por lo general distanciarla del populismo, el relativismo y la política identitaria que se hallaban en los más amplios círculos de la nueva izquierda y la pos-nueva izquierda.
10.
Desde inicios de la década de los noventa, el programa de la revista se vio definido por nuevas prioridades. Se analizó el ocaso del comunismo en Europa del Este y la Unión Soviética en una serie de retrospectivas históricas - 'Rectifying Revolution' [Rectificar la revolución] por Jürgen Habermas (NLR 183), 'Fin de Siècle: Socialism after the Crash' [Fin de siglo: El socialismo después de la crisis] por Robin Blackburn (NLR 185), 'Radicalism after Communism' [El radicalismo después del comunismo] por Benedict Anderson, 'Our Post-Communism' [Nuestro poscomunismo] por Peter Wollen (NLR 202), 'Honour to the Jacobins' [Homenaje a los jacobinos] por Manuel Riesco (NLR 212) - mientras se exploraron los consiguientes acontecimientos desde Europa central hasta Transcaucasia en trabajos escritos por Slavoj Žižek, Ronald Suny, Andrzej Walicki, Ivan Szelenyi, Roy Medvedev, Michael Burawoy, R.W. Davies, Ernest Gellner, Georgi Derluguian y otros. En contraste, se trató a fondo el ascenso de China como una de las principales potencias - hasta entonces una región del mundo poco cubierta en la NLR - en unos artículos sobre su economía, sociedad, política y cultura: desde Richard Smith, Cui Zhiyuan y Roberto Unger, hasta Lin Chun, Liu Binyan, Zhang Xudong y Jeffrey Wasserstrom, culminando en una mesa redonda sobre el futuro de China protagonizada por los dirigentes del movimiento del cuatro de junio en NLR 235. Por otra parte, en cuanto a Occidente, la década se caracterizó por una serie de importantes estudios sobre la dinámica del capitalismo mundial contemporáneo: el examen crítico de la Escuela de la Regulación por Robert Brenner (NLR 188), la exploración a fondo de la Desigualdad de Ingreso en el Mundo por Giovanni Arrighi (NLR 189), un panorama de la zona de la OCDE durante la época de Reagan y Thatcher por Andrew Glyn (NLR 195), el artículo 'Capitalism at the Turn of the Century' [El capitalismo a finales del siglo] por Michel Aglietta (NLR 232) y el análisis de Robin Blackburn sobre 'The New Collectivism' [El nuevo colectivismo] (NLR 233) - y entre lo más importante, un número monográfico ampliado dedicado al trabajo 'Economics of Global Turbulence' [La economía de la turbulencia global] por Robert Brenner (NLR 229), el cual se agotó de inmediato.
A nivel político, a diferencia de buena parte de la izquierda, la Review no toleró las intervenciones neoimperialistas o 'humanitarias' de la época, y censuró sin cuartel las intervenciones por las fuerzas aliadas en el Golfo y los Balcanes (Robert Brenner y Peter Gowan sobre la guerra contra Irak; Tariq Ali, Robin Blackburn, Edward Said y Peter Gowan sobre la guerra contra Yugoslavia). Si bien fallecieron varios personajes claves de la primera generación de la nueva izquierda durante este período - entre los conmemorados en la Review estuvieron Edward Thompson, Raymond Williams, Ralph Miliband y Raphael Samuel - su dinamismo intelectual permaneció intacto. La NLR publicó debates teóricos que cubrieron un extenso terreno desde la dinámica de la limpieza étnica y el futuro de la política de clases (Michael Mann) hasta los legados del materialismo histórico y la deconstrucción (Jacques Derrida y Fredric Jameson); las peripecias de la sociología de la posguerra (Jeffrey Alexander y Pierre Bourdieu) y el regreso del evolucionismo social (W. G. Runciman y Mike Rustin); la validez de la teoría de los sistemas-mundo (Immanuel Wallerstein y Gregor McLennan) y de la macrohistoria marxista (Eric Hobsbawm, Göran Therborn, Tom Nairn); mientras se realizaron frecuentes intercambios sobre la estética con Peter Bürger, Fredric Jameson, Terry Eagleton, Julian Stallabrass y Malcolm Bull. El número 200 de la revista, que salió en el verano de 1993, ofrece un buen resumen de las preocupaciones de esta fase del boletín
11.
En el año 2000, la NLR fue rediseñada para su nuevo lanzamiento, con el que empezó también una nueva serie. La sección introductoria “Themes” [Temas] se vio reemplazada por una “descripción del programa”, que ofrecía un bosquejo de todos los artículos y editoriales firmados sobre los asuntos importantes del día. Las nuevas facetas de la revista incluían una sección de reseñas de libros, entrevistas y un sitio web, y en el primer número Perry Anderson escribió un manifiesto para la revista (“Renewals” [Renovaciones]). Desde entonces, la NLR ha publicado importantes artículos sobre Estados Unidos, Japón, Europa y Gran Bretaña; Indonesia, Cuba, Irak, México, India y Palestina, al igual que destacados análisis de la economía global y la resistencia anticapitalista, intercambios sobre la literatura y el cine mundiales, la crítica cultural y la vanguardia.